PASTA ‘AL GRATIN’ CON BECHAMEL Y JAMóN

Esta pasta al horno es uno de mis platos preferidos de la infancia: no era algo que comiéramos a menudo, y recuerdo haberla pedido más de una vez para celebrar mi cumpleaños. Es más ligera y fácil que una lasaña, y que muchas pastas al horno cargadas de queso. La versión más esencial se aliña con un poco -poco de verdad- de mantequilla y queso, mezclada con una bechamel bastante ligera y gratinada al horno.

La receta familiar se basa en el Talismano della felicità de Ada Boni, e incorpora un poco de prosciutto cotto, que puedes sustituir por un buen jamón cocido o algo de lacón del que venden cortado grueso. Si eres un loco del queso, puedes hacer la versión napolitana, con una mozzarella cortada en daditos. Unos minutos de horno, y está listo: si lo piensas, el proceso ha sido rápido. Mientras hierve el agua y se cuece la pasta haces la bechamel, mezclas todo, al horno y fuera; en menos de 35 minutos lo tienes listo.

En Italia se usaría un formato llamado ziti, que son como unas largas pajitas de pasta. Mi madre los cocía enteros, pero lo más común es romperlos, así que no te agobies con ser 100% correcto y usa una pasta corta y alargada, como unas penne o unos macarrones. Con la pasta al horno no es necesario preocuparse por el punto al dente, aun así es buena idea cocerla un par de minutos menos para que al salir del horno no esté demasiado hecha. Pero eso, como todo, va al gusto.

Si tienes dudas o quejas sobre nuestras recetas, escríbenos a [email protected]. También puedes seguir a El Comidista en TikTok, Instagram, X, Facebook o Youtube.

2024-03-07T04:27:12Z dg43tfdfdgfd