En la rutina diaria, pocas cosas son tan desagradables como empezar a cocinar y descubrir que un huevo está podrido. Además de lucir muy desagradables, el olor a podrido puede hacerte pasar un mal rato.
Saber si un huevo está fresco es muy importante para nuestra salud y bienestar. La intoxicación alimentaria, como la producida por la salmonela, es un riesgo real cuando consumimos huevos contaminados.
Afortunadamente, existe un método viral, sorprendente y poco conocido para verificar la frescura de los huevos sin necesidad de romperlos o sumergirlos en agua. Este truco casero es sencillo y muy efectivo. ¡No te lo pierdas, porque cambiará la forma que usás para verificar la frescura de tus huevos!
La seguridad alimentaria es un tema que nos concierne a todos. Nadie quiere ser víctima de una intoxicación alimentaria por algo tan básico y esencial como un huevo.
Pero, ¿cómo podemos estar seguros de su frescura sin romper la cáscara? Se ha viralizado un método ingenioso que te permitirá terminar con las dudas y evitar malas experiencias.
Este truco ha ganado popularidad gracias a un video viral de Graciela Drumond (de "Confeitaria Honey Cakes"). El hack ya suma más de 7 millones de visualizaciones y casi 500.000 likes.
Lo único que necesitás es tu teléfono y, por supuesto, los huevos que vas a verificar. El proceso no podría ser más simple:
Este método, además de ser práctico, te ahorra enfrentarte al desagradable olor de un huevo podrido. Sin duda, es una forma rápida y fácil de asegurarse de que los huevos que vamos a utilizar en nuestra cocina están en perfecto estado para consumirlos.
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Si bien el truco del flash se ha vuelto viral y es sumamente práctico, existen otras técnicas que también pueden ayudarte a determinar si un huevo está apto para el consumo.
Estas alternativas, utilizadas desde hace tiempo, te ofrecen distintas opciones según los recursos que tengas a mano.
Método del agua con sal: consiste en llenar un recipiente con agua y añadir un 10% de su volumen en sal. Al sumergir el huevo, si este flota, indica que no es fresco y deberías descartarlo. En cambio, si se queda en el fondo, podrías consumirlo con tranquilidad. Un huevo fresco tiene menos aire en su interior, por lo que su densidad es mayor y se hunde. Otro detalle a tener en cuenta es la posición del huevo en el fondo del recipiente:
Observación de la clara y la yema: rompé el huevo en un plato plano. Si la yema se mantiene abultada y la clara cercana a ella, sin dispersarse mucho, el huevo es fresco. Por otro lado, si la yema está aplanada y la clara se esparce, el huevo ha comenzado a perder frescura.
Agitación suave: acercá el huevo a tu oído y agitalo suavemente. Si no escuchás nada, es probable que el huevo esté fresco. Un sonido acuoso puede indicar que el aire dentro del huevo ha aumentado y, por lo tanto, ya no está tan fresco.